sábado, 26 de octubre de 2013

EL SALTO DEL TEQUENDAMA HOY

hola , hoy vengo a contarles sobre un lugar que ha tomado protagonismo en Cundinamarca, este sitio tan peculiar es el salto del tequendama, este  se encuentra en el municipio de Soacha en el departamento del Tequendama, yo como vivo en Bogota tome una flota que va para mesitas un pueblo aledaño de Bogota,
en fin, el salto del Tequendama es una cascada natural de colombia, cae desde una altura al nivel del mar de 2467 metros y 157 metros sobre un abismo rocoso circular,no se sabe cuanta profundidad tiene, ya que cada vez que cae el agua se hunde cada vez mas.
Se puede disfrutar de un bonito paisaje, que ningun Colombiano o visitante extranjero se puede perder.






Historia

Origen Mítico
Zipa se ofendió porque su pueblo aceptó malos consejos de Huitaca (una diosa que podría asociarse con el mal) la cual guío al pueblo a llevar una vida llena de lujuria, juegos y borrachera llevando a que se negaran las ofrendas a Chibchacum; este se indignó contra los bacates, porque ya casi todos murmuraban de él y le ofendían en secreto y públicamente. Como venganza, lleno de ira, Chibchacum creo una gran inundación al desatar tempestades y desviar los ríos Sopó y Tibitó, que creciendo rápidamente anegaron la sabana hasta inundarla totalmente. Las sementeras y labranzas se echaron a perder; la gente, que por entonces era numerosa, empezó a padecer las calamidades del hambre. Reunidos sacerdotes y caciques, se decidió dar noticia del terrible suceso a Bochica (una divinidad, suerte de profeta y dios enviado por Chiminigagua, dios principal y creador de los Muiscas), para clamar sus bondades y favores. Pasaron muchos días con sus noches llenos de clamores, sacrificios y ofrendas, hasta que por fin, una tarde, mientras reverberaba el sol en el aire, se hizo presente el arco iris en medio de un ruido ensordecedor, que a todos hizo estremecer. Bochica les volvió a enseñar las buenas costumbres y realizó una peregrinación con todos los habitantes de la sabana por los cerros hasta el sur occidente donde encontró una muralla de piedras que represaban las aguas. Enseguida tomo un bastón de oro con el que golpeo las rocas, las cuales sucumbieron y dieron origen al Salto de Tequendama. La sabana quedó desinundada. Bochica tuvo a bien no secar los ríos Sopó y Tibitó, pues sabía que serían de gran utilidad, para regar los cultivos en épocas de aguas escasas. Bochica, quien, no satisfecho con los beneficios otorgados, castigó a Chibchacum, condenándole a cargar la tierra sobre su hombro, que hasta ese día era cargada por cuatro inmensos guayacanes. Y cada vez que se la cambia de hombro, es la causa por la que la tierra tiembla. La llegada de Bochica ocurrió para los Muiscas cerca de 30 edades obxogonoas, antes de los españoles, donde cada edad es un periodo de 70 años.
Este mito tiene cierto grado de validez ya que durante el último gran deshielo la Sabana de Bogotá fue inundada. Algunos estudios señalan que esto pudo haber ocurrido en un periodo muy corto de tiempo
SUICIDIOS 
Seis segundos. Ese es el tiempo que toma caer desde la cima del Salto de Tequendama –una cascada natural de 157metros de altura– hasta su fondo. A ese cuerpo de agua llena de remolinos donde muere la cascada lo llaman el Lago de los Muertos, pues desde los años treinta y por varias décadas fue el lugar predilecto de los suicidas bogotanos.
El lago de los muertos
Esta imponente cascada, a 30 kilómetros al suroeste de Bogotá, encarna las tentaciones de Dios y fue la tumba definitiva de muchos desesperados hasta el 22 de Enero 1941. Ese día, por primera vez, se logró recuperar un cadáver de este cementerio natural: “gracias a esta forma de suicidio, las familias de los desdichados se ahorraban los costos del entierro, pues la caída garantizaba una desaparición total”; escribió en 1941 el cronista judicial Felipe González Toledo.
Los responsables de cambiar la historia fueron los conductores de los Taxis Rojos –una de las primeras flotas del país– quienes, tras una aventura de nueve días, lograron recuperar el cuerpo de su colega Eduardo Umaña.  En su primer intento llegaron solo a 20 metros de la cascada, pero “las aguas revueltas, convertidas en espuma, se levantaban en medio del ensordecedor estruendo y era materialmente imposible dar un paso adelante”, cuenta una crónica sobre el evento en el El Tiempo de 1941.
Cuando regresaban rendidos ante este primer fracaso, Jorge Bejarano, compañero y uno de los mejores amigos del suicida, intentó saltar en seis ocasiones. Sus colegas tuvieron que detenerlo y ponerlo en manos de la policía. Resultó que Bejarano tenía un pacto de muerte con Umaña: ambos se matarían con un día de diferencia.
En un segundo intento estuvieron mucho más cerca. En este, tuvieron que andar desnudos pues “los vestidos de baño quedaron hechos jirones cuando sólo habían recorrido unos ciento veinte metros”, narró el periodista de la citada crónica. Con ayuda de cuerdas llegaron hasta el Lago de los Muertos, donde se formaba un fuerte remolino. En este punto, según dijo el diario, había “una absoluta soledad, poblada solo por el ruido tormentoso de agua despeñada y por el permanente olor a cadáver en su putrefacción”.
Pese a la bruma, los conductores lograron ver un bulto que aparecía y desaparecía, revolcándose dentro del agua. Uno de ellos decidió acercarse. En cuestión de segundos, tuvo que pedir ayuda a sus compañeros pues “la respiración se hacía imposible y la asfixia lo congestionaba y además se le cerraban los ojos”. Los taxistas  pensaron que se acostumbrarían al olor a carroña, pero no fue así. Nuevamente tuvieron que regresar con las manos vacías pero con la seguridad de que ese era el cuerpo de su colega pues dedujeron que el de la camarera Teotilde Acevedo, la suicida inmediatamente anterior a Umaña, ya estaría muy descompuesto.
Solo hasta el noveno intento lograron rescatar el cadáver de Umaña. “Se encontraba totalmente desnudo; únicamente conservaba una media y un pedazo de zapato… la corbata la tenía fuertemente anudada a los ojos y estaba adherida a la piel”, describió la crónica periodística de 1941. Una herida en la frente daba pistas del golpe final. Tanto el suicida como los expedicionarios fueron recibidos como héroes en la capital. Aplauso merecido pues es una hazaña que incluso hoy resultaría difícil.
La Casona del Salto de Tequendama
Tras más de 26 años abandonada y en el olvido, La Casona del Salto de Tequendama ‒antigua sede del otrora célebre Hotel del Salto‒, vuelve a abrir sus puertas, ahora como un museo: gracias a las gestiones de la fundación El Porvenir y la Universidad Nacional.

Luego de más de dos décadas de permanecer cerrada, la Casona, conocida tradicionalmente como Hotel del Salto, anexa a la catarata, se abre al público con la exposición "Cavernas" de la Dirección de Museos y Patrimonio Cultural de la Sede Bogotá.
La Fundación Granja Ecológica el Porvenir, organización sin ánimo de lucro, trabaja desde hace más de quince años por la recuperación del patrimonio ambiental, cultural e histórico de la región del Salto de Tequendama promoviendo esta iniciativa junto al Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la Universidad Nacional de Colombia (UN).
A cinco kilómetros de Bogotá, el Salto de Tequendama es uno de los patrimonios ambientales más importantes de la región y del país, lugar que fuera sitio sagrado para los muiscas y territorio de visita obligada para la sociedad capitalina de los años 20, además de esperanza ecológica del siglo XXI.
Desde hace trece años la Fundación Ecológica El Porvenir se ha empeñado en la tarea de recuperar las áreas naturales que circundan al salto, así como en la restauración de la casona, construida en 1923 e inaugurada en 1927; símbolo del Salto de Tequendama.
La muestra "Cavernas", cuyo proyecto museo gráfico estuvo a cargo de la Dirección de Museos y Patrimonio Cultural de la UN, abrirá sus puertas en el antiguo Salón principal del Hotel el Refugio del Salto, hoy Casa Museo Salto de Tequendama Biodiversidad y Cultura.
El lugar está siendo adecuado como el gran Salón de la Biodiversidad, para que los visitantes puedan tener un amplio conocimiento de las especies de la región, que fueron inspiración de cronistas y botánicos.
'Cavernas, Ecosistemas del Mundo Subterráneo', ilustrará a los visitantes de los diferentes ecosistemas subterráneos que han sido explorados en Colombia a través de los años por su gran variedad geológica, exhibiendo así mismo, a través de fotografías y especímenes de colección, la fauna, los sistemas cársticos y las formaciones rocosas propias de los sistemas subterráneos.
De esta forma y después de años de espera, la Casona cobra vida, abriendo sus puertas a propios y extranjeros y buscando sensibilizar acerca de la importancia de la producción sostenible, la conservación de los bosques de niebla, y por supuesto de la recuperación del Salto de Tequendama como patrimonio ambiental de nuestro país.
virgen de la esperanza
Allí en la piedra del suicida hay una virgen de la esperanza la cual tiene como propósito hacer reflexionar a los suicidas sobre el acto que van a cometer

problemas ambientales
Sus contaminadas aguas  son usadas para la generación de energía, a través de la planta de El Charquito en cercanías de la población de Santandercito. La majestuosidad del paisaje ha convertido al salto en un centro de atracción turística que ha ido mermando su interés por efecto de la contaminación del Río Bogotá, y de la disminución del caudal; en la actualidad esto causó el cierre del Hotel del salto, un lujoso hospedaje inaugurado en 1928 y conocido por su arquitectura, cuya estructura abandonada se encuentra contigua a la caída de agua".
Pero factores como el fenómeno del niño, la desviación del río Bogotá y las obras de Emgesa, prácticamente acabaron con esta hermosa caida natural.
Un reciente artículo publicado por el diario el Espectador se refiere a la triste realidad del Salto y anuncia: "El agua ya no cae por ese abismo rocoso de más de 150 metros de altura y al final de lo que antes era una maravillosa cascada, lo único que queda es un pequeño pozo oscuro repleto de basura que hiede.
Los habitantes de esta zona del departamento de Cundinamarca se quejan por la cantidad de infecciones que han surgido debido al estancamiento de las aguas y muchos temen que si esta situación se prolonga, también puede llegar el dengue. Desesperada al ver morir este patrimonio, la comunidad de Soacha, municipio al que pertenece el Salto del Tequendama, instauró una acción constitucional para que se ejecute un plan de tratamiento de aguas residuales y se instalen conectores que eviten que las aguas negras se sigan mezclando con las del río Bogotá, encargadas de alimentar esta cascada.
Según el personero de Soacha, Fernando Escobar, “en la medida en que no se aplique el plan de tratamiento de aguas residuales, el Salto del Tequendama no podrá volver a tener vida”. Para Escobar los problemas comenzaron cuando, en los años 30, se desvió el cauce del río Bogotá para crear la laguna del Muña. A esto se suman los trabajos de la electrificadora Emgesa, la cual recoge el agua que formaba la cascada natural para alimentar seis plantas de energía y la fuerte sequía que azota a la región por cuenta del fenómeno de ‘El Niño’.
Una funcionaria del Ideam, quien pidió no revelar su nombre, asegura que los niveles de todos los ríos del país han bajado mucho, incluido el de Bogotá, pero que en el caso del Salto del Tequendama el problema está relacionado con los embalses, a los cuales están alimentando a costa de la subsistencia de esta caída natural".
Lo cierto es que con la ausencia de agua en el Salto del Tequendama, Soacha pierde a uno de los sitios naturales más hermosos que hay en su territorio. Y como si fuera poco los turistas que se atreven a visitar la vía a Mesitas, en buena parte del recorrido encuentran un olor insoportable que sólo trae mala imagen para el municipio y el país.
Bueno sería que las autoridades de Soacha construyan un plan para recuperar el Salto del Tequendama, con el fin de convertirlo de nuevo en un agradable sitio turístico, y que sirva de paso para mejorar la imagen tan deteriodada que tiene el municipio.



























http://cerosetenta.uniandes.edu.co/los-suicidas-del-tequendama/
http://www.culturarecreacionydeporte.gov.co/portal/La-Casona-del-Salto-de-Tequendama-reabre-sus-puertas
http://periodismopublico.com/En-gigantescas-rocas-y-malos
http://es.wikipedia.org/wiki/Salto_del_Tequendama

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